Descubriendo Istambul y Capadocia
¡Hola!
Durante 10 días de este pasado mes de Abril, recorrimos una muy pequeña parte de este fascinante país, en concreto Istambul y Capadocia. No fue mucho tiempo, pero volvimos encantados con nuestra visita y con muchas ganas de volver y explorar otras zonas del país.
Todo lo que envuelve a Turquía está cargado de historia, y eso mismo se respira en Istambul, una ciudad abierta, amable, segura y perfecta para perderse durante días recorriendo sus principales puntos de interés.
En nuestro caso llegamos justo los días en los que acababa el Ramadán, y, si bien el ambiente es espectacular durante esas fechas, por momentos resulta agobiante por los millones de personas que salen esos días a las calles y llegan a Istambul desde muchos puntos del país aprovechando esos días de celebración.
Pasamos 5 noches en Istambul, alojados cerca de la Torre de
Galata, en el Meroddi Bağdatlıyan Hotel, un sitio que calidad precio nos
pareció correcto, estaba bien situado y nos gustó, aunque quizás si repitiésemos visita cambiaríamos nos alojaríamos cruzando el río, en la antigua Constantinopla.
La mayor parte del tiempo la pasamos en ese lado del río, visitando algunas de sus espectaculares mezquitas, siendo para nosotros las más espectaculares la conocida como Mezquita Azul (aunque realmente es la Mezquita del Sultán Ahmed) y la Mezquita de Süleymaniye. Son construcciones apabullantes, por fuera y por dentro, dignas de visitar con tranquilidad, y a poder ser a primera o última hora, con mucha menos gente y aprovechando la hora azul con las luces encendidas.
El primer día de nuestro viaje, en modo introductorio en nuestra visita turística, fuimos a un tour de Civitatis, con un guía
local que además hablaba perfecto castellano, Nachi, un tipo encantador del que
aprendimos muchas cosas de la historia de la ciudad, y nos gustó tanto que unos
días más tarde repetimos excursión con él, pero en esa ocasión recorriendo el
Bósforo en barco, una "turistada" pero aprendimos también muchas cosas de la
historia de la ciudad, desde una perspectiva diferente.
Otra de las visitas obligadas es el Palacio de Topkapı, la entrada es cara, 44€ por persona, pero merece la pena cada Euro gastado, el nivel de cuidado y de conservación es altísimo, y para los que nos gusta un poco la Historia, es un lugar donde estar horas y horas disfrutando cada rincón. Eso sí, no vayáis tarde, madrugad u os encontraréis inmensas colas para poder entrar.
Y por supuesto, no dejéis de visitar la La Cisterna Basílica , esta espectacular construcción que data del siglo VI , y se encuentra muy cerca de Santa Sofía y de la Mezquita Azul.
Otro de los lugares que fuimos a visitar es el ya famoso barrio judío de Balat, con sus conocidas casas de colores. Personalmente no me gustó y me pareció un área tremendamente descuidada. Si se enfoca su futuro en la rehabilitación de viviendas y el fomento de pequeños negocios en sus calles podría recuperar su encanto, pero hoy en día da para un breve paseo y ya.
Fue una visita corta de 5 días pero intensa, nos encantó la
ciudad, su arquitectura y su gente, eso sí, si no estáis acostumbrados a
regatear aprender bien, porque os van a intentar engañar en cada esquina con
los precios :D
La segunda parte del viaje la hicimos en Capadocia, y para ir ahí teníamos la opción de bus, avión o coche de alquiler, y al final la más económica y cómoda era el coche de alquiler. Nosotros cogimos en una empresa cerca del aeropuerto, MatCar, unos 100E por 4 días de alquiler con seguro. Lo llevan unos chicos muy amables aunque a veces es algo complicado comunicarse porque no hablan inglés, pero aún así todo iba fluido y rápido y no tuvimos el menor problema. Sin duda repetiríamos con ellos si volvemos a Turquía.
El trayecto hasta Göreme es largo, unas 7 horas, pero parando un par de veces se hace algo más ameno, sobre todo cuando vamos acercándonos y hay zonas donde se ven a lo lejos alguna imponente montaña y volcán.
Capadocia es un lugar cargado de magia, y es que ver esas formaciones geólógicas y ver esas casas cueva excavadas en la roca, y ver auténticas ciudades subterráneas o dentro de las montañas es algo que merece la pena vivir en persona. Nosotros nos hospedamos en un hotel muy sencillo en Göreme en las afueras, pero hay opciones dentro del pueblo que parecen sacadas de un cuento, con precios más caros, pero no algo excesivo. Por 200€ la noche puedes alojarte en sitios donde en España o Italia valdrían el doble o incluso el triple.
Una vez allí hay muchas actividades, todo orientado al turista, y nosotros escapamos un poco de ello, y nos dedicamos a hacer rutas por los diferentes valles de la zona, siendo el Red Valley y el Love Valley quizás los que más nos gustaron. Fueron unos paseos agradables de no más de 10km en los que a penas nos cruzamos con una docena de personas.
Y por supuesto visitamos el pueblo de Uçhisar y su castillo excavado en la montaña. Parece un lugar sacado de un cuento, y ahí tomamos un té y un refresco en la casa de una familia local, dentro de uno de esos peñascos frente al castillo. Sinceramente un lugar de película.
Uno de los días no podíamos dejar pasar la oportunidad de montar en globo en Göreme. Es una actividad que se ha hecho muy famosa y está 100% orientado al turista, nacional e internacional. Soy una persona que suele evitar este tipo de actividades, pero de verdad, en este caso, merece la pena la experiencia. Es increíble ver todo el proceso, desde el inflado de los globos a despegar y ver a docenas de globos alrededor, mirar hacia abajo y ver el relieve y formas de esta espectacular región turca.
Hay muchas empresas que se dedican a ello y la mayoría trabajan muy bien por lo que nos contaron. En nuestro caso contratamos una empresa que se llama Atmosfer Balloons y fue todo genial, pagando 125€ cada uno, y al acabar el paseo en globo preparaban un brindis y entregaban un diploma como recuerdo del vuelo.
El tema precios de los globos es complejo, todo depende de la demanda y de si los días anteriores han podido volar o no (depende mucho de la meteorología), dado que, por ejemplo, si llevan 3 días sin salir, el precio se dispara muchísimo, llegando a pagar a veces la gente hasta 300€ por persona, y en otras ocasiones menos de 100€. Pero, como digo, no me arrepiento en absoluto de haber pagado ese dinero, es una experiencia inolvidable.
Capadocia es una zona donde aún se conservan tradiciones artesanas, y por ello, uno de los días, fuimos a uno de los pueblos de al lado de Göreme, Avanos, y fuimos a un taller de cerámica, el Avanos Pottery Workshop, donde pasamos un rato muy agradable probando el torno y haciendo dos piezas de cerámica.
Y una vez pasados esos días volvimos a Istambul, hicimos noche allí y a la mañana siguiente volvimos ya a España.
Fue un viaje fantástico, nos encantó todo lo que visitamos y nos quedamos con muchas ganas de volver, y visitar la zona Este del país y también la zona de Antalya. Es un país muy abierto al turismo y la gente local es muy amable, y sobre todo cuando muestras algo de interés por ellos y por su cultura. Nos hicieron sentir como en casa, y eso fue parte de la razón para que nos resultase un viaje inolvidable.
¡Hasta la próxima!